Las Cenizas de Samhain
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Mensaje por Azhi Dahaka Mar Mayo 06, 2014 3:18 pm

OTOÑO

Dentro de las muchas ciudades y paisajes que pueden verse en Runa, la cuenca del río Alfgard es una de las más hermosas. Situada al suroeste del país, antes de que las llanuras cubiertas de hierba esmeralda se transformen en las gélidas tundras características de Runa, fue descrita hace varios siglos por un poeta como "un paseo por el Otoño que precede al eterno Invierno que es Runa". Al Emperador de turno le gustó el texto del que esta frase formaba parte, y ordenó fundar la ciudad de Otoño siguiendo la cuenca del río. Nunca se ocultó que el objetivo de tal construcción era crear una capital para el país de Runa, una que no fuese tan hostil para los extranjeros como lo era la ciudad principal de entonces, Ard Nathra. Las Cenizas de Samhain han llegado hasta Runa, y aunque no son tan densas y oscuras en Otoño como en las ciudades del sur, le quitan algo del lustre que la ciudad tenía cuando era el punto intermedio entre el salvaje Norte y el civilizado Imperio.

DISTRITO IMPERIAL

Cuando un viajero llega a Otoño desde Sidhe o Imrath, se encuentra con la Puerta Imperial - la principal de la ciudad - y, tras ella, la Avenida del Mercado, que conecta dicha puerta con la Rosa del Verano, o como la llaman en Otoño, "El palacio de los extranjeros". Desde este momento se puede ver que Otoño tiene un diseño más imperial que Runaico, con calles anchas y decoradas con columnas, arcos y adornos innecesarios frente a la espartanidad de las construcciones corrientes de Runa, como vides que crecen entre estructuras de madera decorativa y enredaderas de colores que trepan por los edificios.

La Avenida del Mercado y las calles a su alrededor concentran los edificios más interesantes para los extranjeros: Posadas, algunas tabernas, jardines, juzgados, así como las viviendas más hermosas y decoradas, pertenecientes a políticos extranjeros y locales. Todos estos edificios se disponen en un círculo que tiene como centro la Rosa del Verano, que hace las veces de corte real de Runa.

LA ROSA DEL VERANO

A pesar de que este es el nombre oficial que le puso el Emperador que fundó el Palacio hace ya varios siglos, y el que usan los dignatarios locales (Que le tienen un gran aprecio y para quienes, realmente, es el Palacio Real de Runa), la gente de más al norte lo conoce despectivamente como "El palacio de los extranjeros", y se sabe que existen una infinidad de problemas entre los políticos que hacen de la Rosa su residencia y corte, como siempre ha sido, con los que prefieren que la autoridad provenga de Ard Nathra, y consideran que Otoño es una ciudad débil e hipócrita, necesaria antes para mantener la imagen de buenas relaciones con el Imperio. Después de la Caída de Samhain, la gente del Norte no está tan segura de que Otoño siga haciendo falta.

La Rosa del Verano, pues, además de ser un tremendo palacio preciosista y muy al estilo de la arquitectura imperial, es residencia y lugar de reunión de innumerables jarls, hersirs y todo tipo de embajadores que, a menudo, representan al Alto Rey. Es sabido que, con el clima de guerra inminente, el Alto Rey desea que Otoño deponga pacíficamente sus pretensiones de seguir siendo la capital de Runa, valiéndose para ello de políticos hábiles y embajadores de renombre. Por otra parte, la ciudad tiene un fuerte movimiento que rechaza de plano estas ideas; mientras que sus mentes pensantes no son capaces de ponerse de acuerdo si apoyan al viejo Imperio, una anexión de Runa con Sidhe o, simplemente, una Runa libre pero civilizada y libre del yugo de los "trogloditas guerreros del norte". Se bromea con una guerra civil ideológica en Otoño. Algunos poetas lo llaman "La batalla del Otoño y el Invierno". La gente, en general, lo considera una broma divertida.

No obstante, hay mucha gente para quien no es ningún juego.

DISTRITO INVERNAL

Mas allá de la Puerta del Imperio, y de la 'ciudad artificial' que la rodea, al otro lado del río Alfgard que divide la ciudad en dos mitades, existe un Otoño completamente distinto, hecho de construcciones grises y espartanas al estilo del Norte, donde las tabernas son los auténticos centros sociales, los dignatarios regentan sus largas salas donde fluyen la violencia y el licor, y el humo de las fraguas se confunde con las Cenizas de Samhain. Los rúneos que viven en este barrio son muy conscientes de que no se encuentran en la verdadera Otoño, y en contra de lo que el clima de confrontación cultural de la ciudad pueda sugerir, asumen calladamente esta verdad. Los rúneos no son fanáticos ni hipócritas, en general, y aunque comprenden que está en juego su forma de vida, no odian categóricamente a las gentes de Otoño, ni desean que la ciudad adopte las costumbres del Norte. Eso si, un político claramente posicionado en contra del Alto Rey que pasee por el Distrito Invernal se encuentra en un aprieto muy serio.

Una parte famosa del Distrito Invernal son los grandes hornos. El humo que despiden las chimeneas de Otoño no se debe solo a las fraguas, aunque la industria del acero es fuerte en la ciudad. El pan de Otoño tiene merecida fama de ser el mejor del viejo Imperio, y una fértil economía de productos relacionados con la alimentación es una de las mayores fuentes de comercio e ingreso de la ciudad.

DISTRITO MILITAR

Como toda ciudad fronteriza, una parte importante del trazado de Otoño es la ciudadela fortificada. Dado que, en general, Runa no ha sido un país que se plantease la independencia en ningún momento, el Distrito Militar de Otoño no ha tenido gran importancia tradicional, sirviendo más para albergar a la Guardia de la ciudad. Al producirse la Caída de Samhain y entrar los restos del Imperio en guerra civil, y sobre todo, al no saber cuál era la postura del Alto Rey sobre si Otoño formaba parte o no de Runa, los dirigentes locales hicieron levas y reclutaron un ejército regular, al que ahora se trata de entrenar a toda prisa.

Otoño tiene más razón que otras ciudades para temer la guerra civil. No porque haya miedo de que Runa sea invadida; la opinión general es que todos los demás países evitarán Runa, a sus guerreros y al Hacha Negra tanto tiempo como sea posible, y solo cuando resuelvan su disputa entre ellos se volverán hacia el país nórdico. No obstante, Otoño está en mitad de otra disputa; al producirse la guerra civil, el Alto Rey envió sus tropas a reforzar la guarnición de Otoño, como es natural, pero estas tropas se encuentran ahora mismo guarecidas en las Fortalezas que hay en el camino entre Ard Nathra y Otoño. Según se dice, "El Vaivoda entrará en Otoño solo cuando en Runa sea Invierno". No se sabe si esto hace referencia a que solo cuando Ard Nathra se convierta en la capital accederá el Konungaar a reforzar la ciudad, o a que el primer movimiento del Alto Rey en la guerra será aplastar Otoño para anexionárselo definitivamente.
Azhi Dahaka
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