IMRATH (Descripción general de la Península)

Geografía:

La Península de Imrath es el país más pequeño de los resultantes de la División del Imperio, incluso si se cuentan las Islas de Telestra como su territorio nacional. En el Este, Imrath es fronterizo con Runa y con Sidhe, y no tiene más fronteras. A medida que se va hacia el Oeste, la costa es más y más escarpada, siendo de hecho la mitad norte de la Península prácticamente impracticable. Profundos acantilados y agresivas tierras altas forman el paisaje de Imrath, cuya población se concentra sobre todo en la ciudad de Vol Imra, sin que existan otras ciudades notables en el territorio nacional.

La Península es una tierra que da su fruto, especialmente sus bosques. No obstante, Imrath es una tierra celosa con lo que produce, que vive fundamentalmente del comercio, y que por tanto centra sus tierras en la producción de aceites y vinos y su ganadería en la producción de animales cuyas pieles sean valiosas. El mar les da alimento, e importan todo lo demás. Las Casas Comerciales de Imrath, dueñas de la mayor parte del terreno, se encargan de que cada hectárea de tierra produzca lo que más dinero les vaya a reportar; si no es lo más práctico para mantener a la población, bueno, siempre hay países que venden su excedente de alimentos y animales.

Política:

Al igual que es el país más pequeño, Imrath también tiene el dudoso récord de ser el país más dividido. La Península es dirigida con mano de hierro por las Casas Comerciales, sin cuyo dinero los nobles se ahogarían pronto en sus deudas y el ejército se desabastecería de la noche a la mañana. Las deudas de las casas nobles han permitido a los comerciantes tomar el control limpiamente en el país. Con la Caída, al formarse consejos nacionales, es imposible sentar a un grupo político en una mesa sin que siete de cada diez personas representen los intereses de las Familias. Por supuesto, esto significa que la corrupción en Imrath es desmedida: Las Casas opinan que, dado que todo el mundo está en deuda con ellos - y nadie puede levantar un dedo en su contra - son los dueños indiscutibles del país y pueden hacer lo que se les venga en gana. La gente de a pie opina que esto es abusivo. Y los políticos y nobles opinan que, ehm, bueno, mientras yo tenga los bolsillos llenos...

Las Casas Comerciales tienen relaciones fluctuantes entre sí, y según cuánto dinero haya de por medio, sus relaciones oscilan con rapidez entre la amistad arraigada y la enemistad ardiente, lo que reviste de manera adicional al país con una fuerte inestabilidad. En principio, la guerra debería ser un objetivo a evitar para las Casas Comerciales; no obstante, en las sombras, son los principales hostigadores de la guerra civil, ya que, razonan, una guerra prolongada solo puede debilitar al resto de países, que necesitan de los puertos y los dineros de Imrath para mantenerse abastecidos, y con el tiempo es bastante probable que Vol Imra sea, después de todo, la nueva Ciudad Imperial. La opinión la este respecto parece compartida por casi todos los miembros de las Familias. No obstante, si la discusión va un paso mas allá y se discute quién sería el líder en este hipotético escenario...

Una cosa más a tener en cuenta es que Imrath se enorgullece profundamente de su Gran Armada, la fuerza naval más poderosa del mundo conocido. En Imarth, ser marinero es una profesión de cierto prestigio; ser capitán de barco es un honor, y los generales y dirigentes del ejército (Incluso las divisiones de tierra) reciben el rango de Almirante. En los tiempos del viejo Imperio, cuando el Emperador era el más alto señor del continente, al Gran Duque de Imrath se le conocía como Gran Almirante. Hoy es un título reservado o bien para el más alto señor de la Península, o para su más destacado militar. Si no son la misma persona, suele suceder que uno sea la mano derecha del otro, a veces siendo el Gran Duque más poderoso que el Gran Almirante, pero normalmente al contrario.

Una broma frecuente sobre la Gran Armada es la siguiente: "Si tan poderosa es la flota de Imrath, ¿Por qué hay piratas?" Normalmente a quien hace esta broma le espera una paliza, y en ciertos casos, el cadalso o el destierro. La respuesta, sin embargo, es tan triste como turbia: Porque a las Casas Comerciales les conviene. Es verdad que la Gran Armada ha sido utilizada a veces para ajusticiar a los piratas cuando la situación ha sido difícil de sostener para las Casas, pero lo cierto es que hay un juego de poder entre ambas facciones que sería pernicioso para todos que se rompiese.

Idiosincracia:

A la gente de Imrath (Gentilicio: Imrai) le gustaría decir que su país ha dado forma al Mar de los Espectros, pero lo cierto es que lo contrario sería una afirmación mucho más verídica. El mar es la vida de Imrath, y sus habitantes no piensan demasiado en la península. Las personas que viven en pueblos interiores, sin acceso a la costa, son tratados con desdén por la gente de la costa, especialmente por los orgullosos y muy altivos ciudadanos de Vol Imra, una ciudad cuyos residentes repiten a menudo que es la mejor del mundo, a pesar de que su economía se sustente con los productos que venden, en su mayor parte producidos por aquella gente a la que desprecian.

Un producto de este cisma social es la aparición de la Rauda Mano. Tradicionalmente, en Imrath se lucha con uñas y dientes contra los ladrones, y tal lucha tiene ciertos tintes de revuelta social: La gente pobre idealiza a los ladrones y gusta de contar historias acerca de señores que roban a ricos para repartírselo a los pobres, por así decirlo. La Rauda Mano lleva poco tiempo operando en el país; se trata, en esencia, de un gremio de ladrones al uso, es decir, terriblemente secretivo, clandestino y hasta cierto punto romántico, en tanto que intenta llenarse los bolsillos al mismo tiempo que alimenta las ilusiones de la gente pobre del país. Por supuesto, las Casas Comerciales no han llegado hasta donde se encuentran simplemente sentándose a mirar cómo se les roba. Entre la situación política del país, el surgimiento de la Rauda Mano, la inminente guerra civil y el cada vez mayor apoyo que los ladrones reciben de los habitantes de la península, no es de extrañar que uno de los grupos extranjeros que más presencia tiene en Imrath es Tenebra, la temida asociación de asesinos de Sidhe.

La profesión más importante que se puede tener en Imrath es marino, como ya se ha dicho. Ya sea marino pescador, mercante o militar, hay reverencia hacia quienes pasan su vida en las aguas. Curiosamente, en Vol Imra existe un Colegio Imperial de Navegantes, una de las dos únicas de estas academias que no tiene su sede en Imbolc. Los navegantes suelen ser tratados como si pertenecieran a la nobleza, y lo cierto es que sin un importante cuerpo de gente para manejar sus muchísimos barcos, la Península estaría condenada.

Mitos y leyendas característicos

Es curioso cómo, a diferencia de en las islas, donde hay una cantidad tremenda de mitos y leyendas, en Imrath no existe nada parecido. Algunos habitantes, sobre todo de clase baja y sobre todo ladrones, creen en la Dama de las Cloacas, una especie de deidad que muchos afirman haber visto pero nadie puede demostrar, y que se retrata como una atractiva joven que da un beso y buena suerte a aquellos que lo necesitan para alcanzar sus objetivos.